Crónicas del Sentimiento.

Galardón del transporte de Asetra a la Guardia Civil. 2019

La amistad verdadera es más escasa de lo que pregonamos. Tengo muchos amigos virtuales en las redes sociales y en la trasiego diario, con los que comparto afecto y sonrisas, también mantengo cariño sincero con amigos de toda la vida, e incluso con lectores; pero, si soy sincero, sé que en el fondo no tengo más que tres o cuatro amigos de verdad, esos que sólo hablan mal de mí, conmigo, y que acuden cuando los necesito, sin llamarlos, como la sangre a la herida; y uno se me ha muerto hace pocos meses. ¡Cómo duele su ausencia!

El general Antonio Tocón y Jesús Torres hablando de cooperación con Mozambique. 2010

En esta parte del Guadarrama, el invierno es largo y frío, sobre todo en mi pueblo, con heladas extremas que abortan los brotes y congelan el sentimiento. A cambio, a veces la naturaleza nos premia con una bella otoñada, también en lo personal. En este otoño luminoso me ha brotado la inesperada emoción de pasar a ser «amigo de la Guardia Civil». ¡Qué honor! Ya lo era antes en la vida cotidiana; a partir de ahora, mostraré este nombramiento con dignidad, y no para presumir, por más que es una amistad grande y especial, son más de ochenta mil almas. Me esforzaré en ser digno de ella todos los días. Nobleza obliga.

En mi juventud empujé con tesón el carro de la Libertad, que nadie nos regaló y supimos conseguir; el de la Democracia, ese proceso permanente, que nos ayuda a convivir; y el de la Constitución, fruto temprano del consenso político y el refrendo del pueblo español.

Luego, la vida ha ido muy deprisa, en ella descubrí la dimensión de la Libertad releyendo el Quijote: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre». También, he aprendido que la Democracia no es sólo un sistema ético de gobierno, también es una forma de convivencia que hay que cuidar cada día, como a un inmenso jardín, en peligro constante de convertirse en una selva, si no se atiende bien. La Constitución nos ha servido de marco legal y aún tiene principios sin cumplir, como el derecho a la vivienda (artículo 47). A este país y a los españoles nos sientan bien la Libertad, la Democracia y la Constitución. Creo.

Amor de padre/Amor de hijo

He cumplido 74 años y sigo caminando, alumbrado por un verso suelto de mi poeta: «Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, pero mi verso brota de manantial sereno». Esta actitud me empuja a ser crítico y firme ante la sociedad en la que vivo, manifiestamente mejorable, buscado corregir lo malo, conservar lo bueno y avanzar en los objetivos pendientes. Así entiendo el concepto progresista.

He viajado. Conocer otras culturas ha ensanchado mi mirada a la hora de saciar uno de mis vicios, escribir; también, he visto las carencias de muchas naciones en comparación con la nuestra, sobre todo en grandes valores que nosotros disfrutamos de forma cotidiana, sin darlos demasiada importancia, especialmente la Seguridad; y así, tras regresar a casa, después de visitar otros países, percibo el alto grado de Seguridad de España, sobre todo en Segovia, donde es palpable la eficacia de la Guardia Civil, junto a la Policía Nacional y Policías locales.

La Seguridad no es un concepto de derechas ni de izquierdas, es un valor fundamental. Sin Seguridad no hay Libertad ni Democracia; su ausencia impide el buen desarrollo de la cultura, el arte, el trabajo, la empresa, la sana convivencia, el progreso, los servicios sociales, la sanidad, la educación… Sin Seguridad no hay esperanza, no hay Paz, no hay nada.

Asetra en la exposición del 175 aniversario de la Guardia Civil y el Parque Móvil

Durante los años que tuve responsabilidades en Asetra, aposté decididamente por la Seguridad Vial para todos, incluso para los peatones. Esto ha propiciado una fecunda colaboración de nuestra asociación con la Guardia Civil. Deduzco, pues, que este hermanamiento ha podido ser el principal mérito para merecer esta distinción; en consecuencia, creo que el reconocimiento le corresponde más a Asetra que a mí. Pero el verdadero premio está en cómo ha cambiado en los últimos años el sentimiento de los transportistas segovianos en la carretera, al divisar a lo lejos un distintivo de la Guardia Civil y no contemplarlo ahora con temor. Miedo podrá tenerlo el que infringe la ley. El buen profesional del transporte no ve a los agentes de tráfico como enemigos, sino como amigos de la carretera, que sin duda le ayudarán, si lo necesita. En todo caso, como transportista y ciudadano de a pie, pregono aquí mi agradecimiento, con amor de amigo, en el día de la Virgen del Pilar, patrona de la Benemérita. Gracias.

Jornada de formación en el Transporte Escolar, impartida por un especialista de la Guardia Civil

A veces, compruebo con satisfacción cómo en los estudios de opinión los ciudadanos valoramos en lo más alto de las instituciones a la Guardia Civil. Este sentimiento de confianza ha ido creciendo de forma permanente, durante estos cincuenta años de Democracia. Me alegra que los españoles tengamos alguna vez sana memoria colectiva.

He arrancado esta crónica emocionada desde los años de la Transición, cuando clamaba en alto por la Libertad y la Constitución. Medio siglo después, mantengo vivos aquellos valores y ahora alzo mi voz con el mismo sentimiento: por la Paz, la Seguridad y la Democracia, ¡Viva España! y ¡Viva la Guardia Civil!

Acto en el salón de Asetra con la presencia de mandos de la Guardia Civil